Decálogo de Relidera

1. Antes de liderar a los demás, el líder deberá liderarse a sí mismo.
2. Un líder lidera con su ejemplo: más que palabras o discursos, debe ser modelo de actitudes y comportamientos que inspiren a los demás a actuar y a cambiar.
3. Para transformar a una institución, primero deben transformarse las personas que la conforman.
4. No solo es líder quien dirige una organización: profesores, padres, hermanos, amigos, compañeros y cualquiera que se relaciona con otro también puede serlo. En tal medida, los salones de clase, los núcleos familiares y los grupos de amigos son unos escenarios clave para la transformación de la sociedad.
5. Dada la naturaleza cambiante y compleja de su quehacer, los líderes organizacionales tienen unos conocimientos y una experiencia que pueden ser útiles para el resto de la sociedad.
6. El campo educativo es un terreno fértil para promover cambios en los pueblos: las instituciones académicas se pueden beneficiar considerablemente del apoyo de líderes de otros campos, sobre todo de aquellos provenientes del mundo empresarial.
7. Aunque no hay edad ni hora para impulsar o asumir cambios, los procesos de transformación promovidos por líderes de toda índole pueden tener un mayor impacto si se concentran en niños y jóvenes: a su corta edad, están en un excelente momento para forjar sus valores y su identidad de cara al futuro.
8. El líder no sólo debe ser intuitivo: debe alimentarse de experiencias exitosas y adquirir conocimientos que le permitan aprender y mejorar permanentemente.
9. Colombia es un país con gran potencial, que no ha sabido aprovechar ni administrar adecuadamente. Son los líderes quienes pueden aportar las soluciones y transformaciones. No esperemos a que los demás cambien, empecemos por cambiar nosotros
10. Un líder debe ser crítico, incluso a propósito de este decálogo de Relidera.