Educación pública de calidad: SI SE PUEDE
Foto: datarec
El pasado 6 de Julio, en el Foro Semana “¿Cómo mejorar la calidad de la educación en Colombia?”, Patricia Gómez de León hizo una brillante presentación donde mostró los excelentes resultados que han conseguido en “La Asociación Alianza Educativa” en sus 11 años de funcionamiento (http://www.alianzaeducativa.edu.co), donde demuestra con hechos, cifras y resultados, que sí se puede tener educación pública de calidad y explica cómo la principal dificultad inicial que tuvieron fue lograr que estudiantes, padres y maestros comprendieran y aceptaran que la calidad de la educación podía ser excelente y era el camino para tener acceso a una educación superior y a un proyecto de vida sin limitaciones, a pesar de las restricciones económicas y dificultades familiares y sociales.
En el libro “Culture matters” Lawrence E. Harrison y Samuel P. Huntington plantean que el “Subdesarrollo es un estado de la mente, una actitud”, modelos mentales, creencias y paradigmas propios de cada cultura hacen que los niños se críen en un medio donde desde pequeños se les limitan sus posibilidades de soñar y convertir sus sueños en realidades.
Si desde que un niño nace se le dice “como naciste en este entorno tienes que aceptar que eres víctima del sistema y que tu futuro está limitado a …”, es muy diferente que, como se ve en los miles de casos de personas superadas a pesar de las limitaciones, se le muestra que es responsable de su futuro, que el esfuerzo, dedicación, voluntad y disciplina son el camino para alcanzar todas las metas que se proponga.
La obra más importante para el hombre es él mismo, él en cuanto ser humano, capaz de moldearse y desarrollarse, diseñar, planear y construir su futuro, ser el arquitecto y constructor de su vida.
Cada persona tiene el potencial de aprender, tiene gustos, motivaciones, intereses, virtudes y talentos y tiene la oportunidad y la responsabilidad de aprovecharlos para lograr lo que quiere. Padres, maestros y todos los que rodean al niño o al joven, pueden orientarlo, apoyarlo y acompañarlo para facilitar y optimizar el proceso, pero el que decide lo que es, lo que le gusta, a dónde quiere llegar y cómo quiere vivir su vida es cada uno.
La cultura es el conjunto de conocimientos, creencias, valores, costumbres, normas y comportamientos que comparten grupos o sociedades y que orienta a niños y jóvenes en la forma adecuada de vivir su vida.
El futuro de cada uno y el del país dependen mucho de la capacidad de transformar la cultura, si creemos que vivimos en un país de corruptos, de “vivos”, de narcotraficantes, ladrones y asesinos y que no podemos hacer nada para cambiarlo, es muy distinto que si comprendemos que la gran mayoría del país es gente de bien, trabajadora, honesta, solidaria y generosa y que a través de una educación de calidad que “forme” seres humanos integrales podemos construir el país que soñamos.
La educación tiene por tarea esencial formar al hombre, educamos con lo que somos, con lo que pensamos, sentimos, vivimos y hacemos. Basados en nuestras creencias y valores desarrollamos actitudes y comportamientos que son modelo para que niños y jóvenes sigan nuestro ejemplo.
Todos tenemos unas potencialidades, cualidades y defectos, y la capacidad de analizar, reflexionar y planear nuestro futuro, nos corresponde a cada uno buscar las oportunidades y el camino para definir a dónde queremos llegar y cómo lo vamos a hacer.
Culturas donde se valora el respeto, la responsabilidad, el esfuerzo, el ahorro, la superación personal, el éxito económico, la solidaridad, el compromiso con lo público, el aporte al mejoramiento de la sociedad conducen a países con mayor desarrollo económico y social.
Si queremos generar prosperidad colectiva debemos comenzar por cuestionar nuestros modelos mentales, creencias y valores que afectan nuestra comprensión del universo, del hombre, de la vida, de la muerte y que son la base de nuestras motivaciones, actitudes y comportamientos. La prosperidad es una escogencia, una opción, una decisión que cualquiera y todos pueden tomar, se requiere autoanálisis y reflexión para comprender quién soy, cómo soy, dónde estoy, de dónde vengo y para dónde voy, cual es el sentido de mi vida, mi razón de ser, mi misión y mi visión. No esperemos a que los demás cambien, empecemos por cambiar nosotros. Preguntémonos: estoy aportando a construir el país que queremos?
Se requiere “formar” seres humanos capaces de comprender la vida, ser plenamente humanos, convivir en armonía y construir un proyecto de vida que les permita aprovechar todas sus potencialidades, desarrollarse integralmente, responsabilizarse de la construcción de su futuro y del mejoramiento de la sociedad y aportar para construir entre todos el país que soñamos, donde podamos vivir en paz y avanzar todos hacia el desarrollo económico y social.
“Para educar a un niño hace falta la tribu entera”, los padres, maestros y el gobierno no son suficientes, se requiere el compromiso de toda la sociedad, cada uno tiene un papel que jugar, pero todos tiene que participar. Si queremos construir un mejor país tenemos que participar todos en la formación y educación de los niños y jóvenes, sí se puede.
Alberto Espinosa López
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