Cultura para ser, liderar y transformar
Cultura para ser, liderar y transformar
Por: Alberto Espinosa López
El mundo actual vive una situación de crisis económica y social, violencia, inequidad, pobreza extrema, corrupción y desorientación, que requiere que los líderes en Colombia cuestionen qué modelos de desarrollo integral pueden servir para construir la cultura de una sociedad en la que se pueda convivir en armonía, generando riqueza, desarrollo y bienestar para todos, usando innovación y la creatividad como herramienta para buscar los mejores resultados.
Si analizamos lo que está pasando en distintos países vemos que los más desarrollados están sufriendo de pérdida de valores (sociedad de consumo donde el dinero es el que manda), altos niveles de estrés, vida sedentaria, problemas de salud, consumo de drogas en busca de la felicidad, altas tasas de suicidios, mientras que los más atrasados sufren una cultura de pobreza, desnutrición, falta de oportunidades, desempleo y condiciones de vida infrahumanas.
Al profundizar sobre las causas encontramos que la cultura (el conjunto de creencias, valores, tradiciones, ritos, costumbres, hábitos, actitudes y comportamientos) tiene una gran incidencia en estas situaciones. Y a veces creemos que la cultura es inmodificable. En las empresas hemos demostrado que la cultura se puede gerenciar, que se pueden lograr cambios de actitudes y comportamientos para lograr la cultura deseada, depende principalmente de las actitudes, el comportamiento y el nivel de innovación y creatividad de los líderes de las organizaciones.
En el caso de Colombia somos un país de regiones y culturas muy variadas, con mezclas raciales generalizadas, con tradiciones y costumbres fuertes y diferenciadas, pero con características comunes que nos unen y nos integran. Sin embargo hay principios y valores que a veces admiramos y que requieren ser cuestionados y replanteados si queremos hacer una sociedad donde podamos convivir en paz y lograr un desarrollo económico y social que ofrezca oportunidades y calidad de vida para todos.
Debemos cuestionar valores como la astucia para hacer lo que no está permitido, la admiración por la riqueza rápida no importando los medios, los atajos para lograr resultados aunque implique saltar el alambrado, etc., y en vez inculcar, por ejemplo, la admiración por la disciplina, la puntualidad, el esfuerzo, la persistencia, el respeto, la responsabilidad, la generosidad, la creatividad e innovación, la búsqueda del bienestar colectivo sobre el interés particular y la solidaridad.Si queremos construir y transformar a Colombia en ese mejor país hay que empezar por el cuestionamiento individual. Cada uno de los líderes tiene que ser ejemplo de actitudes y comportamientos. Se requiere el compromiso e involucramiento de todos ellos: gobernantes, empresarios, educadores, medios de comunicación, líderes espirituales, políticos, cívicos y sociales que acepten el reto de transformar la sociedad para construir entre todos principios y valores no negociables que conduzcan a que cada uno se responsabilice de su vida y de la construcción colectiva de su comunidad, su barrio, su ciudad y nuestro país.
Debemos preguntarnos periódicamente: ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿De dónde vengo, cuál es mi origen, mi trayectoria, mi camino? ¿A dónde quiero llegar, que legado quiero dejar, qué quiero que haya pasado al final de mi vida, en los próximos 5 años, en el próximo año, en el mes, en cada día?
Todo comienza con nuestra concepción del ser humano. Si aceptamos que nacemos con un gran potencial y que podemos tener acceso a toda la herencia y riqueza cultural, no solo de Colombia, sino también, de la humanidad; al aprendizaje de todos los que nos precedieron para comprender, convivir y satisfacer nuestras necesidades, podemos responsabilizarnos de nuestra vida para construir el futuro que deseamos, definir nuestra filosofía y nuestro proyecto de vida, alcanzar un desarrollo integral equilibrado, aprovechar todos nuestros talentos y avanzar hacia nuestra plena realización.
Cada uno de los líderes necesita mucho de innovación y la creatividad: cuestionar, observar, identificar experiencias, buenas prácticas, contactar, conocer y aprender de los que ya han recorrido el camino, documentar, pensar, reflexionar, buscar nuevas formas, opciones, oportunidades, asociar y experimentar para crear el futuro que cada uno desea tanto individual como colectivamente.
Tenemos que entender que somos seres humanos en proceso de construcción, aprendizaje, educación y desarrollo a lo largo de toda nuestra vida, que esto implica formarnos para comprender, ser, vivir y trascender, desarrollar inteligencia con esencia en la creatividad, actitudes, hábitos y habilidades de innovación, que nos permitan analizarnos cada día, reinventarnos, cuestionar nuestras creencias, valores, determinar cuál es el sentido de nuestra vida, nuestra misión y nuestra visión, preguntarnos si estamos dando los frutos que aspiramos, si estamos contribuyendo a construir la sociedad que queremos, si nos estamos adaptando a las necesidades que surgen permanentemente en un mundo que cambia cada día.
Esta es una invitación a todos los líderes de la sociedad para repensar el liderazgo, cuestionar si estamos construyendo la Colombia y la cultura que queremos y qué debemos cambiar, partiendo de liderarnos cada uno, cuestionar si estamos siendo ejemplo para todos los que nos rodean, qué tanto estamos contribuyendo a que todos nuestros colaboradores crezcan integralmente, aprovechando todas sus potencialidades y cómo estamos aportando al mejoramiento de la sociedad en su conjunto, qué tanto estamos ejerciendo liderazgo colectivo y no sólo individual.
¡No esperemos a que los demás cambien, empecemos por cambiar nosotros!
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